Buenas prácticas: campaña de educación no sexista

 1. Presentación de la práctica

En el año 2016, el ayuntamiento de Cádiz puso en marcha una campaña de educación no sexista. Consiste en una actuación en materia de coeducación destinada a complementar, desde la iniciativa municipal, la educación no sexista en los centros educativos de la ciudad de Cádiz.

Esta campaña va dirigida a los alumnos de los centros educativos de Cádiz, aproximadamente 3.500 alumnos y alumnas cada año. Los centros de enseñanza deberán solicitarlo y serán sostenidos con los fondos públicos.

Estas campañas se empezaron a establecer en principio para dos cursos escolares 2016-2017 y el curso escolar 2017-2018. Aunque al tener éxito, ha ido renovándose cada año.

Esta campaña queda conformada por tres intervenciones, todas ellas de unas dos horas de duración y elaboradas desde una perspectiva de género: escuela de igualdad, talleres para la promoción de la igualdad y talleres de prevención y sensibilización ante la violencia de género en las primeras relaciones de pareja (este taller va dirigido al alumnado del 4º curso de educación secundaria obligatoria, con unos quince años).


2. Ámbito en el que actúa

Esta práctica se dirige a todo el alumnado de los centros educativos gaditanos, en concreto al alumnado de la Educación Secundaria Obligatoria (edad que abarca desde los 12 hasta los 16 años), al alumnado de Bachiller (alumnos con edades comprendidas entre 16 y 18 años) y por último alumnos de los ciclos formativos.

Además, esta campaña pretende concienciar y dirigirse también a todo el profesorado de dichos centros educativos.

Los objetivos de esta campaña son:

  • Desterrar roles y estereotipos sexistas en la educación.

  • Propiciar la igualdad de oportunidades entre los sexos.
  • Fomentar y desarrollar las capacidades del alumnado con independencia de su sexo.
  • Prevenir la violencia de género.
  • Contribuir en la creación de una sociedad más justa e igualitaria.
Con esta campaña se pretende conseguir principalmente la igualdad de oportunidades entre ambos sexos y todo lo que ello conlleva ya que concienciando y evitando roles sexistas tendemos a prevenir la violencia de género y crear una sociedad más igualitaria y mejor para todos.

3. Impacto de esta buena práctica

Como he comentado anteriormente, esta práctica empezó hace unos años y se ha ido desarrollando a lo largo de los años por su buena acogida.

Actualmente, a pesar de estar cada vez más concienciados con nuestro entorno y nuestra sociedad, siguen habiendo muchos casos de desigualdad por lo que, desde mi punto de vista, empezar desde pequeños y sobre todo en centros educativos es una de las mejores formas de poder seguir combatiendo esta lucha y lograr algún día una igualdad totalmente efectiva y totalitaria. 

Una de las primeras charlas que reciben los alumnos tienen el propósito de reflexionar acerca de cómo prevenir y detectar los primeros signos del maltrato (especialmente en estas edades tempranas, que es cuando suelen comenzar relaciones sentimentales entre la población adolescente).

La fundación Municipal de la Mujer destaca la importancia de desarrollar esta iniciativa en los centros escolares ya que el instituto juega un papel decisivo en la buscada consecución de la igualdad real de oportunidades entre mujeres y hombres. Por ello, un elemento clave, es hacer del entorno educativo un espacio libre de prejuicios y estereotipos sexistas, un lugar que proporcione modelos de relación de desigualdad y respeto ante todo.

Por lo que esta campaña ha tenido buena acogida en la ciudad gaditana ayudando poco a poco a combatir esta desigualdad. 


4. Puntos fuertes y débiles de esta práctica

Principalmente, considero como mayor ventaja en este tipo de campañas la positividad que conlleva para todos y todas este tipo de buenas prácticas. 

Este tipo de campañas o en general las buenas prácticas que se desarrollan dejan claro la sociedad que queremos, debemos concienciarnos para tener un mundo sin violencia machista, sin desigualdad de trato, ni discriminación. 

La debilidad que puede conllevar esta campaña es, desde mi punto de vista, caer en lo cotidiano y rutinario que puede conllevar estas charlas y talleres si se repiten cada año. 

Como menciona nuestra constitución en su artículo 14, todos los españoles somos iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquiera otra condición o circunstancia personal o social, por lo que, más que un artículo importante en nuestro ordenamiento jurídico español debería ser una realidad y un futuro muy próximo por llegar.

Por último, hacer hincapié a la necesidad de empezar en edades tempranas con estas campañas y estas buenas prácticas, ya que el futuro empieza a construirse con los jóvenes.






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